Guy Departe: El Hombre con Sombrero

Una obra que de repente aparece al doblar una esquina de la sala, la mirada que capta más de lo que la tela deja ver, una sensación plena y completa de comprensión proveniente de una memoria que no se posee: un flechazo artístico.

Con la luz como su única guía, recorre el paisaje con la fuerza de los expresionistas y la suavidad de un impresionista moderno. Buscando en Rouault esta noción de color/expresión, ha logrado combinar, trabajando en paralelo una obra sobre papel (gouaches, tintas y acuarelas) y una obra sobre lienzo y madera (óleos y acrílicos), las elevaciones de los pintores gestuales y la paciencia de aquellos que retocan una obra durante varios años.
Pasando de un figurativo evidente a un abstracto refinado, ofrece una revisión de la pintura abstracta no conceptual que se expresa en su trabajo con mucha delicadeza y sensibilidad. Porque lejos de una reflexión metódica o temática, la pintura de Departe es una unión de sentimientos y estremecimientos del alma llevados al lienzo como la expresión no de un deseo, sino de un lenguaje propio.

Guy Departe, Formato Pequeño 03, 2009

Guy Departe, Formato Medio 53, 2010

En el abstracto de Guy Departe, están todas las huellas de una vida: desde los sueños de la adolescencia hasta las incertidumbres de la madurez. Hay el absoluto y la realidad del pintor, artesano de sus propias emociones que destila, analiza y nos entrega, temiendo tanto no ser visto como ser demasiado bien comprendido; desenmascarado.
Guy Departe recorre las riberas de la creación como un explorador. Prospecciona, estudia, prueba, pinta, luego comienza de nuevo hasta tener ante sus ojos una obra en armonía consigo mismo.
Perfeccionista, exigente, burbujeante, su abstracto posee las cualidades – fuerza, equilibrio, estructura, imaginación densa, suavidad, sentido del color – que lo hacen un pintor de una dimensión poco común. A descubrir...

© Textos & Fotos: Natacha PELLETIER para PASSION ESTAMPES