Jean-Claude Mézières

Jean-Claude Mézières

Jean-Claude Mézières, nacido en París el 23 de septiembre de 1938, en una familia con un fuerte gusto por el arte, descubrió muy temprano una pasión por el dibujo. Durante la Segunda Guerra Mundial, se hizo amigo de quien sería su escritor favorito, Pierre Christin, y fue a partir de 1945/1946 que descubrió en las ilustraciones de su hermano mayor sus primeros cómics (los de Uderzo y Kline). Pero el verdadero flechazo llegaría, como para muchos aficionados a los cómics, con Tintín.

A los 15 años, y después de algunas pequeñas historias ilustradas (solo unas pocas páginas), envió a Monsieur Casterman "La grande Poursuite", 16 páginas a color, cuyo estilo oscilaba entre Buck Rogers y los westerns. Fue Hergé quien le respondió y lo animó. Estudiante en las Artes Aplicadas, continuó dibujando breves historias y logró que fueran publicadas en "Cœurs Vaillants" o en "Fripounet et Marisett".

En las Artes Aplicadas, entabló amistad con otros jóvenes que compartían sus pasiones, conoció a Franquin en Bélgica, volvió a encontrarse con Christin, quien, a su vez, continuaba brillantes estudios en Letras.
Estamos a finales de los años 50 y todos estos jóvenes tienen un único sueño: América. Mézières partió en 1965, con un visado profesional de un año como dibujante industrial de estructuras metálicas. Allí se reencontró con Christin, que enseñaba en Salt Lake City, y conoció a Linda, una de las estudiantes de este último, que pronto se convertiría en la Sra. Mézières.
Juntos, los dos amigos de la infancia escribieron una historia en 6 viñetas y, a través de un amigo de los "Arts-A", la publicaron en Pilote, entonces dirigido por Goscinny.

De regreso en París, Mézières fue contratado por Goscinny y realmente comenzó una carrera como dibujante de cómics. Con Christin, que también regresó a Francia, propuso una serie de ciencia ficción a Pilote. Sería Valérian, con un guion de Christin, dibujado por Mézières y coloreado por Evelyne Tran-Lê, quien resulta ser la hermana menor de Jean-Claude...

La leyenda de Mézières fue lanzada y a partir de 1970, Dargaud publicó la historia en forma de álbumes. 21 hasta la fecha, en 40 años de existencia. Valérian y Laureline se ha convertido en uno de los fundamentos del cómic moderno. La construcción clara, muy legible de Mézières es la piedra angular sobre la cual construyó su éxito pero también abrió el camino para toda la siguiente generación.
En 1984, Angulema lo consagró, rindiéndole el merecido homenaje.

Más tarde, Mézières, también apasionado por la fotografía, se volcó al cine, con más o menos éxito en las primeras experiencias, hasta que conoció a Luc Besson.
Primero, Besson le pidió, en 1992, que dibujara los visuales para un primer proyecto llamado "Zaltman Bléros" antes de finalmente inspirarse en el trabajo de Mézières (los taxis voladores de Valérian) y "Les Cercles du Pouvoir" (que Mézières había escrito en el interín) para crear, en 1995/1996, "El Quinto Elemento". Una película francesa con un elenco internacional, que se estrenó en Cannes y logró más de 7 millones de espectadores en Francia, El Quinto Elemento sigue siendo hoy la referencia de la ciencia ficción francesa... No es de extrañar que Mézières esté asociado con ella y que la película vea triunfar sus visuales muy detallados, su sentido del equilibrio en el decorado y su imaginación excepcional, él que es uno de los padres de nuestra ciencia ficción, al igual que Pierre Boule o René Barjavel.

Jean-Claude Mézières falleció el 23 de enero de 2022 en París.

(c) Natacha PELLETIER para PASSION ESTAMPES

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